Artista-Empresaria

¿Cómo decidiste hacer tu blog?
En realidad empezó como proyecto de arte a partir de una invitación del Centro Cultural de España para una muestra colectiva a finales del 2007 sobre moda e identidad. Al final el proyecto no cuajó y me quedé con el sabor de las cosas no terminadas. Era un proyecto ambicioso, con mucha presencia en la red y mucha interactividad. Así que decidí hacer la versión más modesta y así surgió el blog que conoces.

¿Te gustan los orangutanes?
Me gusta todo lo que estuvo antes de nosotros y todo lo que nos precederá. Pero no dormiría con uno. Mucho pelo.

¿Cocinas seguido?
Antes si, ahora nada. No tengo mucho tiempo y no puedo competir con la sazón de María, la maestra que cocina en casa. Su mano cajamarquina es mágica.

¿Habías tenido un blog antes?

Si. Pero explotó. Literalmente.

Cuándo subiste por primera vez a una combi ¿qué pensaste?

Cuándo harán un metro?

¿Cuál ha sido el roche más grande que has tenido?

Uy, pregunta escabrosa. He hecho muchos e incontables. Soy muy bocazas, siempre digo lo que pienso y eso resulta ser un problema.

¿Alguna vez has visto las cosas de color fucsia?

Fucsia y de más colores. Me encantan los colores fuertes y en mis estados alterados del pasado los veía a menudo. Ahora solo cuando estoy maníaca.

¿Todavía tienes los miles de zapatos o los vas renovando por épocas?

Si, compró para que el tiempo no pasé. Usualmente trato de no emocionarme y comprar compulsivamente. Selecciono las piezas que con el paso del tiempo se convertirán en un clásico. Es cuestión de olfato. Y para ser sincera, me gustan los zapatos caros porque tengo los pies muy sensibles, además de planos. Así que más que un lujo terminan siendo una inversión. No hay nada más fatídico que unos zapatos que te hagan daño.

¿Te gusta mi blog?
Si. Me gusta su frescura y autenticidad y celebro, en un adulto, la espontaneidad. Tienes las tres cosas, además de tener una inteligencia lateral que me aloca.

¿Te diviertes en tu trabajo?

Un montón. Hecho de menos la parte artística más personal (un concepto se adueña de ti, no puedes hacer nada más que pensar en él, en como producirlo. Luego estás meses y meses desarrollando la idea, materializando el pálpito. Luego la satisfacción: inaugurar la muestra, ver que cobra vida y que ya no es parte de ti. Compartir el trabajo con el espectador de a pie es lo máximo. Es como un subidón de adrenalina o de cualquier otra cosa que te de subidón). Sin embargo, La Despensa me da muchas satisfacciones, es un trabajo absolutamente artístico que debe encajar con el gusto masivo y eso es un reto cerebral. Lo mejor es que trabajo y estoy siempre en contacto con todos los artistas del medio.

¿Algún comentario en especial que quieras hacer en este momento?

Cómo haces para tener tantos seguidores? Tendré que desnudarme....

Daphne Raiser a Claudia Hermosilla.

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